Grito Endemoniado

Cuando cae la noche, cuando la fauna del mal toma las calles por asalto, nace en mí la necesidad escribir, de matar a MI demonio. Ahora entiendo que me persigue, me atrapa, me frustra y yo incapaz de hacer nada. Por eso hoy me libero. Por eso hoy escribo. Por eso hoy lanzo mi primer grito endemoniado.

viernes, enero 14, 2005

Cantando tres siglos de horror

Cierre los ojos por un instante y recuerde su época escolar. Es unlunes como cualquier otro y usted luce un uniforme gris rata -como elcielo limeño y el pasado nacional-. "Arriba, arriba, arriba elPerú..." empezó la marcha de banderas y luego de algunos minutos, porinercia, empieza a cantar "largo tiempo el peruano oprimido la ominosacadena arrastró". Bienvenido al Perú, donde es deber nacional recordarsemanalmente a las futuras generaciones la etapa más denigrante denuestra historia.
Que nuestro himno "es denigrante y hasta acomplejado", pirateando aMartha Hildebrant, es historia harto conocida. Que se intentó cambiarmuchas veces, tema de infinidad de libros. Pero, que debamos seguircantando tres de horror es una historia que está por escribirse. El problema surge cuando leemos "Habla la calle" de Perú.21 (enero 14 de 2005) y algunos se niegan a dar luz verde al cambio de letra de nuestro -¿nuestro?- himno-sí, con minúsculas, señores, por ser como es- "porque eso ya estáestablecido, es tradición" (Kathy Ramirez, 27 años). Seguramente esuna de las asiduas concurrentes a las muertes de toros en Acho, todosea por la tradición y "porque así nos han enseñado desde pequeños yasí se debe continuar" (José Ramos, 52 años). Lamentablemente, similares el pensamiento de la estudiante Sara Cáceres (24) que sostiene quecambiar el himno sería "borrar parte de la historia".
Los nuevos peruanos tienen -tenemos, a mis 16 septiembres- derecho aconocer el pasado de la Patria para no repetirlo, pero tambiéndemandamos un himno que nos proyecte al futuro como un país exitoso,dispuesto al cambio y a la innovación y no como una nación que acabade conseguir su independencia y está llena de resentimiento, y no serobligados a respetar algo porque es 'tradición' o porque 'así seestableció'.
Felizmente cada vez somos más los que, como el asesor municipal Freddy Miranda y el empresario Alfredo Huamán creemos que la primera estrofano le hace justicia al perfil del peruano del siglo XXI. Ni laprimera, ni la segunda, ni ninguna. Porque no queremos sentir el pesode "omisas cadenas" (primera estrofa), ver a "San Martín inflamado"(segunda), "romper el enlace que natura a ambos mundos negó" (tercera), atizar el odio y lavenganza "que hereda el peruano- de su Inca y Señor" (cuarta), "quealgún día las playas de Iberia sentirán de su estruendo el terror"(quinta). Así que, quizá, si no hay una nueva propuesta, terminemosrenovando "el gran juramento al Dios de Jacob".
¿Largo tiempo será el que los peruanos esperaremos para cantar unhimno que diga al mundo lo rico que es nuestro país o seguiremoscondenados a una cruel historia por tradición?