Grito Endemoniado

Cuando cae la noche, cuando la fauna del mal toma las calles por asalto, nace en mí la necesidad escribir, de matar a MI demonio. Ahora entiendo que me persigue, me atrapa, me frustra y yo incapaz de hacer nada. Por eso hoy me libero. Por eso hoy escribo. Por eso hoy lanzo mi primer grito endemoniado.

sábado, setiembre 10, 2005

(teledirigido)

Estábamos tan bien que tuvo que sonar el celular e irse. Esto se siente como el poto. Ni siquiera pude darle un abrazo. No pude decir nada. Estaba al lado mío y, como siempre, se tuvo que ir. Apurado. Y no alcancé a nada. ¡Mierda para quien haya creado los celulares!