Semana

¡Puta! Pasé una semana de perros. Entre el computador, las rabietas infantiles de mi mamá y el comportamiento idiota de "X". El problema es que ellos efectivamente pueden hacer una tormenta en un vaso de agua (de esos cortos para vodka, o tequila) y te tiran toda el agua a tí (no sé dónde mierda meten tanta en un vasito de ese tamaño). Y después, felices de la vida, y uno como el poto. Ni siquiera se les ocurrió preguntarme cómo me sentía (invariablemente les hubiese dicho que estaba bien, de todas formas). Pero bueno, que se le va a hacer, deberé comérmelo, como todo. Ahora me voy, porque le voy a pasar el computador a no sé quién.