Grito Endemoniado

Cuando cae la noche, cuando la fauna del mal toma las calles por asalto, nace en mí la necesidad escribir, de matar a MI demonio. Ahora entiendo que me persigue, me atrapa, me frustra y yo incapaz de hacer nada. Por eso hoy me libero. Por eso hoy escribo. Por eso hoy lanzo mi primer grito endemoniado.

viernes, julio 29, 2005

[ Sin teléfono celular ]

Esto de los weblogs parece ser la mejor manera de comunicarnos cuando es imposible comunicarse. Claro, sé que tengo la culpa, que no debí haber dicho nada de lo que dije pero... no podía seguir callando. Y obviamente esto inspira posts altamente... tóxicos... ¿Por qué las religiones tienen que hacernos la vida tan complicada? ¿Es tan grave mi pecado? ¿Es tan grave querer a otro hombre? Con estas interrogantes, querido lector, entramos a lo que puede ser una crisis de identidad. Pero sé que no debí haber dicho nada. Y tampoco debería escribir esto, supongo. Aunque me pregunto sobre el momento en el que dije que debe haber odio en su corazón -es que no lo recuerdo, claro, ultimamente todo se me olvida-. ¿Lo subjetivo puede ser escudo? Ha de ser por eso que escribir es el mío... La misma razón por la que me daña tanto abrir esta coraza. Parece que el aire me hace daño. Debí haberlo llamado. Tengo miedo. Recién leo todo y tengo miedo. ¿Y si no quiere hablarme? ¿Y si me estoy enredando yo solo? Finalmente estoy acabando como la publicidad de relanzamiento de Falabella. Así que ATREVETE. CAMBIA.